Y a di me despierto yo, con dolor de tripa y mirándote, no veo otra cosa que no sea decepción, decepción por todos mis esfuerzos, que como no una vez mas no han valido la pena, bajas la cabeza y la apoyas sobre tu brazo, me dices que me valla y me derrumbo, y llego a pensar que no sirvo para nada
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